Aquí va la crònica que he fet del Primavera Sound Vs Tanned Tin, un festival tret de la màniga de les organitzacions de tots dos festivals, que no ha sigut gaire freqüentat, però al qual m'ho he passat molt bé. Sobretot pel Cheval Sombre, un tio que em va flipar....un estil de folk psicodèlic amb pinzellades de cosmic rock i dream pop, d'aquest que tant mola...us deixo un vídeo i la crítica a continuació....
Las propuestas musicales siempre son bienvenidas, sobretodo si vienen de la mano de gente con criterio; en este caso, Primavera Sound y Tanned Tin. Sin embargo, parece que el público barcelonés no lo captó así porque la entrada fue más bien baja en ambos días de celebración del festival. Llegando casi a llenar un poco más de la mitad del aforo solo cuando tocaron los cabezas de cartel de los dos días. Tanto el viernes, como el sábado el mérito del reclamo se dividió en dos. Por una parte dos nombres suficientemente visibles y estimulantes como Spectrum, que venían a mejorar su reputación tras el descafeinado concierto que dieron en la pasada edición del Primavera Sound, y Black Lips, que han encontrado en Barcelona su segunda residencia. Dos nombres más reforzaban el segundo plano del cartel, Dean & Britta (ex-miembros de Glaxie 500) y Early Day Miners. La presencia de público fue escasa, sobretodo durante las primeras actuaciones, y fue una lástima sobretodo el viernes, por que el concierto de Cheval Sombre, que solo disfrutaron una cincuentena de personas, fue espléndido. Acid Folk, Slow-core narcótico e invitados de lujo: Dean Wareham y Britta Phillips (ambos, miembros de Galaxie 500 y Dean & Britta), y la aparición estelar y esporádica de Sonic Boom que se encargó de los detalles atmosféricos y narcóticos en un par de canciones. La sorpresa y la fiesta fueron Box Elders, un trío de nu-garage/punk, que demostraron defender mucho mejor “Alice and Friends”, en directo que en disco. Después de su locura llego el turno de Dean & Britta, en un concierto que mejoró con el transcurso de la actuación y que se hizo más ameno gracias a la recuperación de hits como Strange y Ceremony de Galaxie 500, la banda que les hizo grandes. El último concierto del día fue el de Spectrum, en un set parecido al que tocaron en el Primavera Sound’09, aunque mucho más acertado por las características de la sala y las circunstancias en las que tocaban. El concierto se alargó hasta casi las dos de la madrugada y el lunático de Sonic Boom lo dividió en dos partes. Una de más densa y pesada donde cayeron indiscriminadamente canciones de Spaceman3 como Suicide o Honey, y otra de más rítmica aunque llena de cuelgues cósmicos y distorsión en que hizo una curiosa reinterpretación de Wanna be your dog de los Stooges junto a lowdown de Wire y otros clásicos indispensables de su discografía (How You Satisfy Me, Transparent Radiation…). El Sábado, en general, fue más flojo de asistencia excepto en la parte final de la actuación de Early Day Miners y el concierto de Black Lips, que congregaron a las jóvenes promesas del rock’n’roll en las primeras filas para el bailoteo y el pogo localizado. Grouper, en cambio, tocó delante de una veintena de personas su folk ambiental y triste para dejar paso a una actuación divertida, aunque poco convincente de Munch Munch, que malauradamente pecan de poca personalidad artística. Al contrario que Early Day Miners, un propuesta muy acorde con la línea artística del Tanned Tin, que hicieron un fantástico recital presentando The Treatment, su sexto disco de estudio, y que les consolida como una de las propuestas más firmes del ambient rock norteamericano. Black Lips pusieron el punto y final del festival, abriendo con una curiosa versión con mucho delay de Cold Hands, y fueron despachando clásicos de sus anteriores discos (Katrina la más aplaudida) y otros más actuales, destacando Drugs como hitazo absoluto. Cerraron con los Bad Kids y anunciaron que estarán en el próximo primavera (pero con su nueva banda!) Arnau Sabaté
Las propuestas musicales siempre son bienvenidas, sobretodo si vienen de la mano de gente con criterio; en este caso, Primavera Sound y Tanned Tin. Sin embargo, parece que el público barcelonés no lo captó así porque la entrada fue más bien baja en ambos días de celebración del festival. Llegando casi a llenar un poco más de la mitad del aforo solo cuando tocaron los cabezas de cartel de los dos días. Tanto el viernes, como el sábado el mérito del reclamo se dividió en dos. Por una parte dos nombres suficientemente visibles y estimulantes como Spectrum, que venían a mejorar su reputación tras el descafeinado concierto que dieron en la pasada edición del Primavera Sound, y Black Lips, que han encontrado en Barcelona su segunda residencia. Dos nombres más reforzaban el segundo plano del cartel, Dean & Britta (ex-miembros de Glaxie 500) y Early Day Miners. La presencia de público fue escasa, sobretodo durante las primeras actuaciones, y fue una lástima sobretodo el viernes, por que el concierto de Cheval Sombre, que solo disfrutaron una cincuentena de personas, fue espléndido. Acid Folk, Slow-core narcótico e invitados de lujo: Dean Wareham y Britta Phillips (ambos, miembros de Galaxie 500 y Dean & Britta), y la aparición estelar y esporádica de Sonic Boom que se encargó de los detalles atmosféricos y narcóticos en un par de canciones. La sorpresa y la fiesta fueron Box Elders, un trío de nu-garage/punk, que demostraron defender mucho mejor “Alice and Friends”, en directo que en disco. Después de su locura llego el turno de Dean & Britta, en un concierto que mejoró con el transcurso de la actuación y que se hizo más ameno gracias a la recuperación de hits como Strange y Ceremony de Galaxie 500, la banda que les hizo grandes. El último concierto del día fue el de Spectrum, en un set parecido al que tocaron en el Primavera Sound’09, aunque mucho más acertado por las características de la sala y las circunstancias en las que tocaban. El concierto se alargó hasta casi las dos de la madrugada y el lunático de Sonic Boom lo dividió en dos partes. Una de más densa y pesada donde cayeron indiscriminadamente canciones de Spaceman3 como Suicide o Honey, y otra de más rítmica aunque llena de cuelgues cósmicos y distorsión en que hizo una curiosa reinterpretación de Wanna be your dog de los Stooges junto a lowdown de Wire y otros clásicos indispensables de su discografía (How You Satisfy Me, Transparent Radiation…). El Sábado, en general, fue más flojo de asistencia excepto en la parte final de la actuación de Early Day Miners y el concierto de Black Lips, que congregaron a las jóvenes promesas del rock’n’roll en las primeras filas para el bailoteo y el pogo localizado. Grouper, en cambio, tocó delante de una veintena de personas su folk ambiental y triste para dejar paso a una actuación divertida, aunque poco convincente de Munch Munch, que malauradamente pecan de poca personalidad artística. Al contrario que Early Day Miners, un propuesta muy acorde con la línea artística del Tanned Tin, que hicieron un fantástico recital presentando The Treatment, su sexto disco de estudio, y que les consolida como una de las propuestas más firmes del ambient rock norteamericano. Black Lips pusieron el punto y final del festival, abriendo con una curiosa versión con mucho delay de Cold Hands, y fueron despachando clásicos de sus anteriores discos (Katrina la más aplaudida) y otros más actuales, destacando Drugs como hitazo absoluto. Cerraron con los Bad Kids y anunciaron que estarán en el próximo primavera (pero con su nueva banda!) Arnau Sabaté
(Crònica per Mondo Sonoro)
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